Una cerveza bien fría, de esas que hacen transpirar el vaso, es una de las tantas maravillas del verano. En medio de una ola polar, en cambio, no es lo más tentador del mundo. Pero la buena noticia es que esa no es la única forma en que puede disfrutarse. En esta receta, la cerveza el ingrediente esencial de un bizcochuelo que es una delicia y requiere una preparación de lo más sencilla. Es una receta de Deb Connor, una pastelera amateur que fue seleccionado para publicar su creación en el libro ‘Recetas del club de pasteles clandestino’ (Editorial Juventud, 2013)
Ingredientes
350 ml de cerveza ligera (preferentemente ale)
100 g de pasas de uva sultanina
2 cucharadas de miel
200 g de azúcar negro
400 g de harina integral
1 cdta de bicarbonato de sodio
½ cdta de clavo molido
Papel manteca
Preparación
- Mezcla la cerveza con las pasas sultanas y dejalas un par de horas para que la fruta se ahueque un poco y absorba algo del sabor de la cerveza.
- Precalienta el horno a 190º/convección 170º/termostato en el 5. Enmanteca y forra la base y los laterales de un molde de 900 g, dejando un poco de papel por encima del borde para permitir que crezca.
- Calienta la miel y añadela a la cerveza y a las pasas sultanas junto al azúcar, removiendo hasta que el azúcar se haya disuelto.
- Mezcla todos los ingredientes secos en un cuenco y, a continuación vierte la mezcla de cerveza. Remueve hasta que se haya integrado y haya formado una masa espesa.
- Vierte la mezcla en el molde, extendiéndolo de manera uniforme. Hornealo 40-50 minutos o hasta que, al introducir un pincho en el centro, este salga limpio. Déjalo que se enfríe completamente en el mole antes de sacarlo. Este bizcochuelo se puede guardar en un recipiente hermético.